ARGENTINA ME ATRAPA

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jueves, 25 de junio de 2015

LA LEONA (SANTA CRUZ)


La Leona (Santa Cruz)
La Leona es un paraje en la región de la Patagonia, en el Departamento Lago Argentino; Provincia de Santa Cruz; Argentina. Se ubica a orillas del río La Leona, sobre la Ruta Nacional 40, a medio camino de las ciudades de El Calafate y El Chaltén.​
Durante el censo nacional de 2010 fue considerada como población rural dispersa.
En el paraje, se encuentra un hotel que fue declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Provincia de Santa Cruz.

A 110 kilómetros de El Calafate, sobre la ruta nacional Nº 40, a orillas del río La Leona y a metros del lago Viedma, exactamente a mitad de camino entre El Calafate y El Chaltén, se encuentra el parador y hotel de campo La Leona, testigo y protagonista por más de 110 años de la legendaria historia de la Patagonia.

El sitio fue declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Provincia de Santa Cruz y ha sido remodelado en los últimos años para satisfacer las exigencias de la gran cantidad de turistas que lo visitan diariamente.

Sin embargo, y gracias a la visión acertada de sus dueños y encargados, la sensación y el espíritu que lo han convertido en un lugar mundialmente conocido continúan intactos, se lo mire por donde se lo mire.
Construido en 1894 por una familia de inmigrantes dinamarqueses, los Jensen, en ese preciso lugar 17 años antes Francisco P. Moreno (el perito Moreno, consagrado científico y explorador argentino) fue atacado y malherido por una hembra de puma (“leona” en la jerga patagónica) dando así origen al nombre del río.

En 1905, tres gringos se hospedaron allí por casi un mes y siguieron luego viaje hacia la frontera con Chile. Tiempo más tarde, ante la presencia de una comisión policial que le mostrara diversas fotografías, el Sr. Jensen reconoció a sus distinguidos huéspedes.

Se trataba nada menos que de Butch Cassidy y Sundance Kid, a quienes también acompañaba la esposa de este último, Ethel Place. Luego de robar el Banco de Londres y Tarapacá en Río Gallegos, efectuaron una parada técnica en su huida hacia Chile.

Un famoso bandolero uruguayo, Asensio Brunel, asoló también estos parajes. Montando a pelo, vestido con pieles de puma y alimentándose exclusivamente de lengua cruda de yegua, sus correrías adquirieron ribetes de leyenda. Este ermitaño mezcla de Robin Hood y Billy The Kid terminó muerto por varios colonos de la zona en un tiroteo digno de las mejores películas del Lejano Oeste.

La familia Petersen, junto con el alemán Alfred Brodersen, adquirió el establecimiento en 1910. Ampliaron el hotel de dos a cuatro habitaciones, todas ellas construidas con ladrillos de adobe, y edificaron una pulpería y almacén de ramos generales, los cuales hoy funcionan como el bar y la confitería del parador y hotel de campo La Leona. Años más tarde, fueron Jul y Feliza Christensen los propietarios y ellos, a su vez, lo vendieron a la familia Saldia-Westerlund.

Único lugar de esparcimiento para los peones rurales de la zona, el exceso de alcohol producía gran cantidad de riñas que, en aquel entonces, eran resueltas mediante duelos criollos que generalmente terminaban con la vida de uno o más de los contrincantes.

En 1922, en plena huelga de los peones de las estancias patagónicas, el parador La Leona tampoco fue ajeno a los trágicos acontecimientos vividos. Utilizado como campo de detención, gran cantidad de huelguistas, en su mayoría europeos y chilenos, fueron ejecutados sin juicio alguno a la vera del río.

El padre Alberto María D´Agostini fue otro de los célebres personajes que transitaron asiduamente por el parador La Leona. Nacido en Italia, este sacerdote salesiano combinó su vocación sacerdotal con su pasión por el montañismo y la aventura. Entre misas, casamientos, bautismos y acción misionera, encontraba el tiempo necesario para realizar épicos ascensos y expediciones a las zonas más inaccesibles de la cordillera austral.

Los más famosos y temerarios escaladores del mundo utilizaron el parador La Leona como primera base de acopio de equipos antes de emprender sus intrépidos y a veces mortales ascensos a los cerros Torre, Fitz Roy, Saint-Exupery, como así también a los hielos continentales.

Entre ellos, la célebre expedición franco-argentina compuesta por Lionel Terrey, Guido Magnone, el teniente Francisco Ibáñez, Louis Depasse y Jacques Poincenot (este último muerto en la expedición), quienes el 2 de febrero de 1952 vencieron por primera vez la cumbre del cerro Fitz Roy.

Casimiro Ferrari, italiano de nacimiento y patagónico por adopción, un verdadero prócer de la escalada, luego de hacer cumbre en varios de los más peligrosos cerros de la zona, el 13 de enero de 1974 fue el primer andinista en conquistar el cerro Torre. Enamorado de la magnificencia del paisaje que lo rodeaba, se estableció definitivamente a pocos kilómetros del parador La Leona, en la estancia Punta del Lago.

La ubicación estratégica del parador, camino de viaje entre El Calafate y El Chaltén o viceversa, permite que sea posible hacer un alto y disfrutar de algunas de las bondades que se pueden apreciar de él a simple vista.






En 1894, ante el permanente crecimiento de los establecimientos agropecuarios de la zona, y en el preciso lugar en donde 17 años antes Francisco P. Moreno (el Perito Moreno, consagrado científico y explorador argentino) fuera atacado y mal herido por una hembra de puma ("LEONA" en la jerga patagónica), dando así origen al nombre del río, el Gobierno Nacional de aquel entonces manda construir la primera balsa que permitía el traslado de los colonos, sus animales y mercaderías, desde y hacia la costa Atlántica, viaje que en aquella época demoraba más de un mes. A 200 mts. río abajo aún se pueden observar los anclajes por los cuales se desplazaba dicha balsa. La misma prestó sus servicios hasta 1974, fecha en que se inauguró el puente actualmente existente.

Parador La Leona
Simultáneamente, y para dar alojamiento a los pobladores que, en su gran mayoría tardaban varios días en cruzar sus piños de ovejas (la balsa cargaba tan sólo 200 animales), una familia de inmigrantes dinamarqueses, los Jensen, daba comienzo a la construcción del Parador y Hotel de Campo La Leona, el cual desde su fundación, ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos que le dieran fama a nivel mundial.
Dicen que en 1905 tres "gringos" se habrían hospedado aquí por un período de tiempo no muy prolongado para luego seguir viaje hacia un rumbo desconocido. Tiempo más tarde, y ante la presencia de una comisión policial que les mostrara diversas fotografías, los propietarios de aquel entonces habrían reconocido a sus distinguidos visitantes. Se habría tratado nada menos que de Butch Cassidy, Sundance Kid y su esposa Ethel Place, quienes luego de robar el Banco de Londres y Tarapacá en Río Gallegos habrían efectuado en su huída, una "parada técnica" en La Leona. Sundance Kid, Ethel Place y Butch Cassidy Wild Bunch
Fue por esa misma época que un famoso bandolero uruguayo, Asensio Brunel, asoló también estos parajes. Montando a "pelo", vestido con pieles de puma y alimentándose exclusivamente de lengua cruda de yegua, sus correrías adquirieron ribetes de leyenda. Algunos historiadores dicen que este ermitaño, mezcla de Robin Hood y Billy the Kid fue muerto por colonos de la zona en un tiroteo digno de las mejores películas del Far West. Otros, que fue emboscado y asesinado por el cacique Kenkel en el río Senguer (Provincia del Neuquén). A decir verdad, el lugar y forma en que finalizó sus andanzas sigue siendo aún hoy un misterio.

La familia Petersen junto con el alemán Alfred Brodersen adquieren el establecimiento en 1910. Amplían el hotel de dos a cuatro habitaciones, todas ellas construidas en ladrillos de adobe, y edifican una pulpería y almacén de ramos generales, los cuales hoy funcionan como el bar y la confitería del Parador. Años más tarde fueron Jul y Feliza Christensen los propietarios y ellos, a su vez, lo vendieron a la Flia. Saldia-Westerlund.

La primera habilitación comercial data del año 1916 y la misma fue otorgada en Buenos Aires ya que la actual Provincia de Santa Cruz era en esa época un Territorio Nacional y todos los trámites administrativos debían realizarse indefectiblemente en la Capital Federal.

Las largas esperas para cruzar el río, la aglomeración de peones rurales y el exceso de alcohol produjeron gran cantidad de riñas, que en aquel entonces eran dirimidas mediante "duelos criollos" que a menudo terminaban con la vida de uno o más de los contrincantes.

En el año 1921 se produjo en la Patagonia Austral la huelga de los peones de estancias que finalizó con la sangrienta represión ordenada por el Gobierno Nacional de aquel entonces. La Leona no fue ajena a estos trágicos acontecimientos. Se sabe de muchos fugitivos que se escondieron aquí para luego seguir huyendo de la persecución ordenada por el Teniente Coronel Héctor Varela, comandante militar de la Provincia de Santa Cruz. Algunos lograron escapar, otros menos afortunados cayeron en manos de sus perseguidores y fueron posteriormente ejecutados sin juicio alguno.

Padre D'Agostini
El Padre Alberto María D´Agostini fue otro de los célebres personajes que transitaron por La Leona. Nacido en Italia, este Sacerdote Salesiano combinó su vocación sacerdotal con su pasión por el montañismo, la fotografía y la aventura.

Entre misas, casamientos, bautismos y acción misionera encontraba el tiempo necesario para realizar épicas ascensiones y expediciones a las zonas más inaccesibles de la Cordillera Austral, dejando invalorables testimonios fotográficos de sus proezas.

Los más famosos y temerarios escaladores del mundo han estado en La Leona antes de emprender sus intrépidas y a veces mortales ascensiones a los cerros Torre, Fitz Roy, Saint-Exhupery, etc. como así también a los Hielos Continentales. Entre ellos, merece comentarse la célebre expedición francesa liderada por Lionnel Terray, quien junto con Louis Depasse, Jacques Poincenot (muerto en la expedición) y el militar y escalador argentino Teniente Francisco Ibáñez, el 2 de Febrero de 1952 vencieron por primera vez la cumbre del Fitz Roy. Lionel Terray y Guido Magnone
Casimiro Ferrari
Casimiro Ferrari, italiano de nacimiento y patagónico por adopción, un verdadero prócer de la escalada, merece un párrafo aparte en esta breve historia. Luego de hacer cumbre en varios de los más dificultosos cerros de la zona; el 13 de Enero de 1974 fue el primer andinista en conquistar el Cerro Torre, cuyas paredes de granito y hielo están consideradas aún hoy entre las más extenuantes y peligrosas del mundo y, según lo definiera el gran Lionnel Terray: "Es la más espectacular convulsión geológica que la corteza terrestre haya lanzado hacia el cielo". Enamorado de la magnificencia del paisaje que lo rodeaba, Casimiro se estableció definitivamente hasta su fallecimiento en el año 2001 a pocos kilómetros de aquí, en la Estancia Punta del Lago.

Equipo de Escaladores de Casimiro Ferrari
"Grupo Ragni", Equipo de Escaladores liderado por Casimiro Ferrari, que hizo la primera cumbre "certificada" del Cerro Torre
Actualmente -y tras un arduo y minucioso trabajo de restauración- Patricia y Laura Kargauer junto con Pablo Quiroz y Rafael Quiroz Kargauer (propietarios también de la vecina Estancia La Estela) administran este mítico refugio, testigo desde hace más de 110 años de la legendaria y fascinante historia de la Patagonia Austral Argentina.

















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